Es habitual que los pacientes nos hagan esta pregunta cuando acuden a consulta:
¿Es seguro el deporte si he sufrido cáncer de próstata?
La respuesta es siempre un rotundo SÍ. Es más, el deporte no sólo es seguro en los pacientes que han sufrido cáncer de próstata (u otros procesos oncológicos), sino que es recomendable por los múltiples beneficios que ha demostrado en este grupo de enfermos.
¿Es seguro el deporte si he sufrido cáncer de próstata?
Antes de seguir quiero hacer una aclaración: el ejercicio físico será seguro siempre que no haya otras razones médicas que lo contraindiquen.
Pero el cáncer en sí mismo, o sus tratamientos, no son una contraindicación ni deberían ser un problema para practicar deporte.
¿Cómo y cuándo empezar a hacer deporte?
Últimamente tengo la sensación de que hemos medicalizado muchas actividades en las que el sentido común nos podría guiar. Partiendo de la siguiente afirmación…
Cualquier actividad física es potencialmente más beneficiosa que el sedentarismo.
… mi recomendación es comenzar a hacer el deporte que a uno le guste, que no le provoque molestias y considere que va a poder mantenerlo en el tiempo. Porque se trata de incorporar la actividad deportiva a nuestras rutinas, y hacer de ella nuestro estilo de vida.
Y aquí no valen las excusas. No hacen falta complejos equipamientos, máquinas ni gimnasios. Se puede hacer deporte de alta intensidad con nuestro propio cuerpo. No hace falta más.
¿Cuál es el plan ideal?
Vivimos en 2022 y podríamos decir que las opciones para hacer ejercicio físico son infinitas. Dentro o fuera de casa. Solo o practicando un deporte de equipo. Con o sin supervisión. Sobre ruedas o descalzo. En clases individuales o grupales.
Marcha nórdica, yoga, natación, ciclismo, carrera, pilates, patinaje, musculación, cardio…
La American Cancer Society recomienda en su Guía para Supervivientes de Cáncer de Próstata la realización de 75 minutos a la semana de ejercicio físico vigoroso, o 150 minutos de ejercicio moderado; o una combinación equivalente de ambas modalidades. Atendiendo a dicha recomendación, cada persona debería elegir por el tipo e intensidad de deporte que mejor se adapte a su capacidad física, preferencias y posibilidades.
En el cáncer de próstata sí podríamos hacer mención a uno de los efectos secundarios más limitantes y frecuentes en los pacientes sometidos a una prostatectomía radical: la incontinencia urinaria. En este caso puede ser necesario adaptar el tipo de actividad deportiva a esta secuela (por ejemplo, evitar deportes de impacto o musculación, que podrían empeorarla). Y, sobre todo, no dejar de pedir ayuda para reducir las pérdidas o buscar opciones para minimizar sus consecuencias (pinza peneana, absorbentes, etc).
¿Entonces mejor por mi cuenta?
Dicho todo lo anterior,
¿opino que es mejor hacer cualquier deporte que la actividad física supervisada?
No.
Lo que he escrito más arriba lo mantengo porque de verdad considero que hay multitud de opciones que nos ayudan a evitar el sedentarismo y que están al alcance de cualquiera. Ningún paciente oncológico debería desestimar la posibilidad de hacer deporte por no saber cuál hacer o cómo hacerlo.
Pero:
Siempre que se pueda, la opción de practicarlo bajo supervisión sería la recomendada. Al menos al inicio. Porque cada tipo de cáncer tiene un patrón de afectación similar y diferente a otro tipo de tumores. Porque para cada paciente (edad, estado físico, antecedentes) puede haber ejercicios más adecuados o menos aconsejables. Porque la supervisión de un experto se acompaña de motivos y motivación para convertir el ejercicio en una forma de vida. Porque se pueden prevenir lesiones…
… y podría seguir.
Es lo que conocemos como Ejercicio Terapéutico para el Paciente Oncológico. Consiste en ir un paso más allá, para personalizar la actividad física y diseñar un plan a la medida de cada paciente: teniendo en cuenta el tipo de cáncer, el tratamiento correspondiente así como las posibles secuelas o efectos secundarios de dichas terapias.
Las 4 ideas con las que quiero que te quedes:
– Salvo que tengas una razón que lo contraindique, sí es seguro hacer deporte si has sufrido cáncer de próstata,
– Cualquier deporte es mejor que no hacerlo,
– Elige un deporte que disfrutes y que seas capaz de mantener a largo plazo,
– Si tienes la posibilidad, busca un experto que te guíe, al menos al principio.
Y tú como urólogo, oncólogo u otra especialidad médica, ¿sabes ya que le vas a contestar al paciente que te pregunte: Es seguro el deporte si he sufrido cáncer de próstata?
Imágenes: Benn McGuinness y Abdalla M en Unsplash
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