Como ya expliqué aquí, el goteo postmiccional consiste en la pérdida involuntaria de unas gotas (o un chorrito) de orina inmediatamente después de hacer pis. Un problema que, sin ser grave, afecta la calidad de vida de aquellos pacientes que lo padecen.
Se desconoce el mecanismo exacto por el que se produce este molesto síntoma. Es posible que esté implicada una debilidad o disfunción de la musculatura del suelo pélvico. En ocasiones, en contexto de enfermedades de la próstata.
Goteo postmiccional en el hombre: 3 claves en el tratamiento
Y aunque hasta la fecha no existe un tratamiento específico, sí es posible dar al paciente recomendaciones y pautas que pueden minimizar o eliminar los síntomas, y su repercusión en la vida diaria. Además, se ha comenzado a probar un grupo de fármacos, que, aunque su eficacia aún no está demostrada, podrían ser eficaces.
Recomendaciones para asegurar el vaciado de la uretra
Aunque pueda parecer muy obvio, es importante evitar las prisas en el momento de hacer pis y esperar – unos segundos – al vaciado completo. Pues si no se permite la salida completa de la orina, ésta quedará “a medio camino” de la salida.
Algunos hombres se sienten más cómodos limpiando los restos de orina que hayan quedado en el pene con papel higiénico.
Cuando, por el motivo que sea, quedan restos de orina a lo largo de la uretra, será menos probable que se produzcan escapes indeseados posteriores si aseguramos el vaciado completo de esta orina residual:
Por un lado, el gesto habitual de “sacudir” el pene al terminar de orinar ayudará a vaciar la uretra peneana. Aunque no conseguirá movilizar la orina remanente en los segmentos previos de la uretra. Para vaciar esta parte, se puede hacer lo que se conoce como “ordeñar la uretra”. Consiste en pasar los dedos índice y corazón por el periné, desde la parte inmediatamente anterior al ano hasta el comienzo del pene, haciendo presión a medida que se avanza. De esta forma, se puede arrastrar la orina que haya quedado en esta zona y favorecer su eliminación.
Ejercicios de la musculatura de suelo pélvico.
En algunos casos el goteo postmiccional se relaciona con la debilidad o disfunción de la musculatura del suelo pélvico. Por ejemplo, tras cirugías prostáticas, en pacientes con obesidad o en aquéllos que sufren tos crónica. En estos casos, el trabajo específico de la musculatura del suelo pélvico podría resultar en una mejoría clínica.
A diferencia de las recomendaciones anteriores, esta medida requiere constancia en la realización de los ejercicios. Y, además, la mejoría puede tardar varias semanas en aparecer.
Los ejercicios de la musculatura del suelo pélvico se realizan mediante la contracción aislada de dichos músculos. Aunque aparentemente es gesto sencillo, no todos los pacientes lo hacen bien al inicio. Es importante que se active únicamente la musculatura pélvica, y no la musculatura glútea o aductora; tampoco se deben producir aumentos de la presión intraabdominal.
Para identificar la contracción adecuada de dichos músculos, se puede hacer el gesto de cortar el chorro de la orina durante la micción. Aunque esto no se debe hacer como ejercicio habitual, sino únicamente en 2-3 ocasiones aisladas al inicio, para asegurar la correcta realización del ejercicio.
Tratamiento farmacológico
Aunque aún no se ha demostrado la eficacia de ningún fármaco específico para este síntoma, se está estudiando el posible beneficio con un grupo de medicamentos: los inhibidores de la 5-fosfodiesterasa. Parece que podrían reducir el volumen de orina residual y la frecuencia del goteo postmiccional.
Son noticias esperanzadoras, pero aún es necesario realizar más estudios para valorar el beneficio real de estos fármacos y la posible presencia de efectos adversos.
Imagenes: Zoltan Tasi y Bruce Mars en Unsplash
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