Cada vez está más de moda practicar deporte de impacto como el crossfit, o disciplinas que implican carrera, salto, manejo de cargas excesivas… Cualquier actividad física aporta múltiples beneficios: a nivel cardiovascular, osteomuscular, psicológico, y estético. Pero algunas de ellas entrañan el riesgo de provocar ciertas lesiones. Las más visibles y limitantes pueden ser el daño de articulaciones o músculos. Pero, a veces de forma silente, estos ejercicios pueden ir deteriorando el suelo pélvico. Y causar, antes o después, problemas como incontinencia urinaria o el descenso de órganos pélvicos (prolapso).
Deporte de impacto y suelo pélvico
En ocasiones, los síntomas de la esfera uroginecológica son tan severos que obligan a la mujer deportista a limitar su actividad física. En algunos casos, las deportistas utilizan dispositivos intravaginales (tampones, pesarios…) para evitar pérdidas de orina durante la práctica deportiva. Aunque éstos suelen ser eficaces, no son una solución al problema. Más bien al contrario, puesto que pueden enmascarar patología seria. Funcionan comprimiendo la uretra y mejorando su posición. Por lo que evitan los escapes aunque el mecanismo de la continencia esté fallando.
¿Qué puedo hacer por mi suelo pélvico?
Es importante preparar nuestro cuerpo en todos los sentidos para la práctica del deporte que hemos elegido: calentamos, estiramos, utilizamos la indumentaria adecuada, seguimos las indicaciones de un entrenador… En el caso del suelo pélvico los aspectos más relevantes que debemos tener en cuenta son los siguientes: es fundamental saber coordinar de forma adecuada la respiración con los esfuerzos, tener un tono adecuado en el suelo pélvico (es aconsejable que esto lo confirme una especialista) y un core (musculatura estabilizadora central) lo suficientemente potente (puedes leer aquí sobre el core) para poder realizar una gestión adecuada de las presiones que llegan a región abdominal, y en último término al suelo pélvico.
Anita says
¡Ay! Si me habrás «regañado» por cómo solía entrenar, Laura! 🙂
Pero tienes razón en todo lo que dices y a mi me ha funcionado. Simplemente con entrenar bastante el core (hay todo tipo de ejercicios y son fáciles de hacer), saber posicionarte y saber respirar puedes hacerlo.
Para mi, ahora, levantar peso es una cuestión de concentrarme en mis músculos (ya lo hago automáticamente y ni pienso en ello). Y al ser tan consciente de mi suelo pélvico si quiero levantar mucho peso o saltar enseguida me doy cuenta si mis músculos no están como deberían estar. Ahí es cuando respiro, me ubico bien y a hacer mis «brutalidades» 🙂
Dra.Morales says
Cuando me djiste en la primera consulta qué deportes hacías… no sabía por dónde ni cómo empezar a contarte.
Lo más importante es que has podido mantener todo lo que te gusta, haciendo los esfuerzos de forma adecuada, para minimizar el daño de a tu suelo pélvico.