¿Te han tratado de un cáncer de próstata y no sabes qué puedes hacer después de la prostatectomía? Si sigues leyendo, verás que no estás solo y que te podemos ayudar.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata es el tumor no cutáneo más frecuente en el varón: cada año en España se diagnostican más de 27.000 casos. Y gracias a los avances en las técnicas de diagnóstico precoz y de tratamiento, la supervivencia de estos pacientes ha mejorado mucho en los últimos años. Si se diagnostica en fases iniciales, el cáncer de próstata es una enfermedad curable. Y esto sucede en alrededor del 90% de los casos.
La cirugía (prostatectomía radical) es el tratamiento de elección en aquellos pacientes con una esperanza de vida superior a 10 años y, afortunadamente, es curativa en un elevado porcentaje de enfermos. Pero, ¿y después de la prostatectomía?
¿Después de la prostatectomía?
Cuando a un paciente le informan de que sufre un cáncer, toda su atención se centra en ese tumor. Emociones como miedo, incertidumbre o rabia son habituales cuando el enfermo conoce su diagnóstico. Y, probablemente, un pensamiento común a todos ellos es: “quiero que me saquen el tumor, quedar limpio y sobrevivir”.
Y gracias a la labor de los cirujanos y sus técnicas cada vez más precisas, esto sucede en la mayoría de las ocasiones. Aunque, inevitablemente, la cirugía implica la posibilidad de secuelas de diversa gravedad.
“Estas limpio”
Felipe, un paciente ficticio pero que podría ser real, uno de aquéllos que estaba deseando superar su enfermedad, ha sido intervenido con éxito. Y las pruebas y análisis traen buenas noticias: por el momento está libre de cáncer.
Pero desde que le quitaron la sonda, Felipe siente que no es capaz de retener la orina; cada vez que se levanta de la cama o de una silla, se le escapa prácticamente todo el pis y no consigue aguantar hasta llegar al baño. Necesita varias compresas durante el día y por la noche. Pierde continuamente orina mientras camina.
Así no puede (no quiere) salir a la calle.
Restricción de la vida social
Solo se siente seguro en casa. A pesar de haber superado el cáncer de próstata, Felipe evita estar con su gente, porque la compresa es incómoda. Y las pérdidas, para él, humillantes.
Este problema, unido a la disfunción eréctil (pérdida de la potencia sexual), le provoca frustración.
Además de no querer relacionarse con sus familiares y amigos, cada día siente menos fuerza para hacer sus actividades cotidianas. No se ve capaz de volver al trabajo. Y tampoco tiene ganas de retomar sus aficiones.
Desde que le diagnosticaron el cáncer, Felipe sólo deseaba estar curado. Y aunque sus médicos le explicaron los posibles riesgos y secuelas de la intervención (como en cualquier otra cirugía), él en ningún momento se detuvo a pensar cómo respondería su cuerpo después de la prostatectomía.
Calidad de vida
Igual que Felipe, un gran número de pacientes intervenidos de cáncer de próstata sienten que, aunque han superado un cáncer, no son capaces de retomar su vida anterior.
Sus relaciones sociales están condicionadas por su incontinencia: evitan beber líquidos para no tener escapes, si salen de casa siempre están pendientes de localizar un aseo, sienten vergüenza porque se les nota la compresa o el pañal. Y aunque intentan hacer los ejercicios que todos le han recomendado, las pérdidas de orina continúan.
Incontinencia urinaria, que sumada a otras posibles secuelas (disfunción eréctil, deterioro del estado de ánimo, dolor, alteración del ritmo intestinal, desacondicionamiento físico) han hecho que la calidad de vida de Felipe, y de casi 27.000 pacientes más como él cada año, no sea la que le gustaría.
Después de la prostatectomía…
… hay vida. Hay calidad de vida.
Si Felipe acude a la consulta de un médico rehabilitador: 1) le daremos información sobre el origen de sus síntomas y resolveremos sus dudas, 2) le contaremos que los hombres también deben cuidar su suelo pélvico, y 3) le explicaremos cómo en Rehabilitación podemos ayudarle de muchas formas:
- Valorando el estado de su suelo pélvico. Podremos normalizar su tono, tratar posibles zonas dolorosas y reeducar su musculatura. De esta manera, en la mayoría de los pacientes, conseguimos reducir las pérdidas de orina, y que la repercusión en su vida diaria sea la menor posible,
- Estudiando su función sexual. Cuando se han preservado las estructuras vasculonerviosas que permiten la erección, se pueden dar pautas y estrategias para mejorarla. Y con la ayuda adecuada, conseguir una vida sexual plena,
- Guiando al paciente para revertir el desacondicionamiento físico asociado al tratamiento oncológico y al posible sedentarismo,
- Analizando las estrategias más adecuadas para conseguir la recuperación de cada paciente (por ejemplo, a través de ejercicios hipopresivos),
- …
En la consulta de Rehabilitación realizamos un abordaje integral de las secuelas que presenta el paciente, y coordinamos la atención por diferentes especialistas (urólogo, sexólogo, fisioterapeuta, psicólogo) siempre que sea necesario.
De forma interdisciplinar, podemos ayudar al paciente a recuperar su calidad de vida, sus ilusiones y la seguridad en sí mismo.
Si has sufrido cáncer de próstata, la Rehabilitación puede proporcionarte herramientas para manejar las secuelas de los distintos tratamientos.
Habla con tu urólogo y consulta con tu médico rehabilitador. Puedes hacerlo aquí. Podemos ofrecerte un excelente tratamiento médico rehabilitador de suelo pélvico en Madrid.
Imágenes: Isai Ramos, Jos Speetjens en Unsplash
Referencias:
- CÁNCER DE PRÓSTATA EN PRIMERA PERSONA. Informe de resultados . Marzo de 2017. Fundación MÁS QUE IDEAS.
Deja una respuesta